ESCUELA PARA POBRES [II]

Dedicado a los dos grandes alejandros que me honran con su amistad y afecto: Alejandro Padrón y Alejandro Gutiérrez.

A la novela Escuela para pobres (2009, Mondadori) del escritor venezolano y amigo mío Alejandro Padrón, le dediqué una entrada en este blog en octubre del 2015, donde la relacionaba con la situación de la pobreza y la desigualdad en el nivel mundial y con las políticas acertadas y fallidas que se han instrumentado en las últimas décadas para combatir la pobreza. [1] Entre las políticas acertadas mencionaba la experiencia de los microcréditos y las políticas que se cuentan en libros como Repensar la Pobreza (2011, Taurus) de Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo. Entre las experiencias fallidas destacaba las políticas del gobierno venezolano, orientadas a combatir la pobreza mediante el incremento del gasto público dirigido a otorgar transferencias de efectivo no condicionadas y amplios subsidios para la adquisición de alimentos, acceso a la salud, la educación y otros servicios públicos. Estas políticas se volvieron insostenibles cuando disminuyó marcadamente ese gasto público, como consecuencia de la caída de los ingresos fiscales petroleros y debido a la reducción del gasto público real, como efecto de las muy altas tasas de inflación generadas por el propio gobierno desde 2013. Esas políticas, si bien sacaron a un amplio número de familias venezolanas de la pobreza por algunos años, no pudieron servir de medio efectivo para convertir este logro en una situación permanente. De hecho, las cifras que manejan algunas instituciones no oficiales confirman que la tasa de pobreza de los hogares venezolanos en realidad ha superado con creces al nivel existente dos décadas atrás y actualmente se ubica en un 80-85% del total de hogares. [2]

He vuelto a recordar la novela y la entrada que le dediqué por un par de razones. La primera razón es que en esa primera entrada anunciaba darle continuidad en otra para analizar con cierta profundidad los planteamientos que están detrás de las metodologías y las prácticas novedosas para el abordaje de la pobreza en el nivel global. La segunda razón es que a finales del año que terminó, recordaba con mi amigo y colega Alejandro Gutiérrez que en una oportunidad le hice un final alternativo a la novela. Pasado el tiempo, ese final alternativo ha resultado prácticamente una predicción respecto a la situación de los pobres venezolanos. Voy a abandonar la primera razón de continuar la entrada para destacar la segunda.

Para ello requiero describir brevemente de qué va la novela y luego contar, también brevemente, cuál fue ese final alternativo que le inventé en el 2010. En la novela se cuentan las experiencias de unos millonarios que tienen la bizarra idea de vivir en la pobreza. Para lograrlo se inscriben en una misteriosa escuela, donde aprenden a mendigar, buscar su comida dentro de la basura, dormir debajo de puentes y escapar de los peligros que acechan en las calles de las zonas lumpen y marginales de la ciudad. Al margen de la paradoja reflejada en que gente rica quiera experimentar la pobreza,  la novela también plantea hasta qué punto se es realmente libre de elegir un destino, siendo que las personas casi siempre están limitadas por presiones impuestas por las creencias, la educación, la cultura, la religión, la familia. Ocurre pues una suerte de “trampa de la riqueza”, de la que los millonarios de la novela, aún deseándolo, parecieran no poder escapar.

Mi final alternativo describía a una pareja de esos ricos que, habiéndose enamorado, hacen votos de pobreza y deciden escapar, desde Venezuela, a otro país para seguir siendo pobres. En su fuga, tienen un hijo que nace el día de Navidad y los GNB en la frontera, conmovidos, les facilitan las cosas para que se vayan a Brasil. En este país inician una travesía desde el norte, hasta parar viviendo en una favela de Río de Janeiro, donde sobreviven como una familia más de pobres y marginales. [3] Lo que no contaba la pareja es que el niño fuera sumamente inteligente y emprendedor y, pasado el tiempo, desde muy joven se dedica al negocio del reciclaje de la basura mal gestionada de la ciudad, lo cual abunda y es causa de problemas medio ambientales, de salud pública y se asocia con actividades ilícitas y criminales. Su estrategia de negocio le permite implementar un modelo altamente efectivo y exitoso en el mercado del reciclaje de basura que desde luego lo hace muy rico. De manera que al final sus padres no pudieron escapar de la trampa de la riqueza que venía empaquetada en el talento para los negocios de su hijo. [4]

Dije que estas notas del final alternativo de la novela se convirtieron, unos pocos años después, en una predicción, pues es una realidad palpable el drama existente actualmente de los venezolanos que buscan por todos los medios posibles escapar de la crítica situación económica emigrando a otro país. En particular, la frontera de Brasil se ha visto colapsada por el éxodo de venezolanos. Las autoridades del estado fronterizo de Roraima han decretado alerta sanitaria y la emergencia social ante la crítica y problemática situación. Agudizada en 2017,  puede agravarse en 2018.

No cabe duda que las políticas fallidas del gobierno venezolano para combatir la pobreza, revirtieron en un mecanismo perfecto para fabricar pobres. Que un trabajador venezolano con salario mínimo devengue actualmente el equivalente a algo menos de 25 centavos de dólar al día, explica en buena medida la terrible tragedia social y económica que han significado estas políticas para la mayor parte de las familias venezolanas. No obstante, vistos los favorables resultados obtenidos por el oficialismo en el poder en las pasadas elecciones de gobernadores estadales y alcaldes, se corrobora que el clientelismo y el chantaje generado a través de estas políticas le sigue rindiendo excelentes resultados políticos al gobierno. Numerosas familias necesitadas cambiaron sus votos por alimentos, medicinas y dinero en efectivo o en cuentas bancarias, revelando así que la verdadera escuela para pobres la creó y la gestiona el gobierno.

Ante esta realidad se me ocurre hacer otra predicción, esta vez ingenua, pero espero se convierta en una profecía autocumplida. [5] El gobierno, consumadas las elecciones presidenciales, sale, y a partir de ese momento un nuevo gobierno nacional de consenso instrumenta políticas verdaderamente efectivas para eliminar la pobreza. Pasado un tiempo, una parte de la generación actual, incluyendo la que conforma los sectores más humildes, mediante la educación y el trabajo, adquiere o tiene las capacidades necesarias para emprender negocios y trabajar como capital humano calificado, a los que se suman los profesionales y demás trabajadores que regresan de la diáspora y un gran número de extranjeros que querrán invertir y trabajar en Venezuela. Sus acciones, en combinación con las políticas adecuadas, fomentan un fuerte crecimiento económico, reduciendo a niveles muy bajos la tasa de pobreza y materializando un mayor desarrollo para el país. Se comienza a hablar en el entorno internacional de Venezuela como una suerte de modelo de escuela para emprendedores, de negocios y sociales, de escuela para la prosperidad. Esa sería una situación que, con algo de imaginación, se podría novelar. Tal vez más adelante me anime a hacerlo. Por lo pronto, seguiré soñando con mi predicción.

 

[1] La entrada respectiva se llama ESCUELA PARA POBRES [I] del 23 de octubre de 2015. Se puede acceder desde el siguiente link: http://covarrubias.eumed.net/escuela-para-pobres-i/

[2] Un análisis de esta situación se encuentra en una entrada de mi blog llamada COCOON Y EL CURIOSO CASO DE LOS POBRES EN VENEZUELA QUE VOLVIERON A SERLO del 25 de marzo de 2015. Se puede acceder desde el siguiente link: http://covarrubias.eumed.net/cocoon-y-el-curioso-caso-de-los-pobres-en-venezuela-que-volvieron-a-serlo/

[3] Esta parte de mi final alternativo para la novela, en su versión completa, está recreada en parte en una película brasileña del 2003 llamada O Caminho das Nuvens  a la cual le dediqué una entrada en mi blog, el 23 de septiembre de 2013, con el nombre UN CAMINO A LAS NUBES Y LA DESIGUALDAD ECONÓMICA. Se puede acceder desde el siguiente link: http://covarrubias.eumed.net/un-camino-a-las-nubes-y-la-desigualdad-economica/

[4] Es lo que a nivel académico y de investigación se denomina Path Dependence, la dependencia de la trayectoria, que aplica tanto para las decisiones de actores individuales, así como en procesos sociales determinados.

[5] Soy plenamente consciente que se trata de una predicción ingenua porque obviamente no la baso en un análisis económico riguroso de la situación, de las restricciones que se enfrentarán para acometer un programa de reforma económica profundo, intentando a la vez minimizar los inevitables costos sociales que también traerá. Como señaló en uno de sus libros Paul Krugman, “Una depresión, una inflación galopante o una guerra civil pueden empobrecer a un país, pero solo el crecimiento [a largo plazo] de la productividad puede enriquecerlo”. No obstante, el espíritu de esta predicción sí tiene un cable a tierra y este es que Venezuela sigue siendo un país con muchas oportunidades y privilegiado por tener gente muy talentosa en muchas actividades y tareas, dispuesta a aportar su talento para beneficio del país.

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