CUANDO EL MARKETING DIGITAL ES EL ENEMIGO

Leo en una de mis redes sociales una publicidad de esas que no solicitamos suscribirnos pero igual nos llegan por imposición del sacrosanto “marketing digital”. Generalmente paso de largo de ellas, no obstante, una de esas me llamó la atención. Era una publicidad de cosméticos y decía, palabras más, palabras menos, que el Sol es el enemigo de la piel y además una tal luz azul también. No leí más, aunque la frase de marras me quedó rondando en la cabeza y preguntándome ¿Cómo puede una publicidad llamar al Sol enemigo nuestro? Recordé entonces que en un capítulo de Los Simpson el Sr. Burns lleva su miseria y ambición al extremo y justifica querer tapar el Sol porque es su competidor y la luz que nos suministra es gratuita, entonces le dice a Smithers en tono de sabiduría: “Desde tiempos inmemoriales el hombre ha querido derrotar al Sol y yo lo conseguiré”. Desde luego que Burns tiene en esta empresa de cosméticos un tremendo aliado, tienen un enemigo común.

Desde los albores de la humanidad, nuestra simpatía por el Sol ha sido manifiesta, desde verlo como un Dios, en algunas sociedades ancestrales, hasta incluirlo en innumerables mitos, leyendas, cuentos, historias, algunos de los cuales se pierden en la noche de los tiempos. Ahora sabemos por conocimiento científico que el Sol es una bola de gas compuesto principalmente de hidrógeno que va gastando, está situado en uno de los brazos de la periferia de la galaxia Vía Láctea, es una estrella relativamente pequeña que vive su madurez y en unos 5.000 millones de años dejará de ser quien es. Por supuesto, nada de este conocimiento le quita un átomo de majestad a quien nos provee de materiales para que surgiera y se sostenga la vida y nos surte la energía que mueve al mundo.

No estoy negando que una exposición inadecuada al Sol puede hacernos daño, y no solo en la piel, pero de allí a que unos “creativos” publicitarios de cosméticos lo llamen “enemigo” hay, por una parte, una supina ignorancia y, por otra, una distancia tan grande como por lo menos la distancia de la Tierra al Sol: 150 millones de kilómetros.

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