MI CURSO DE FINANZAS VIRTUAL 3° EDICIÓN

Dedicado a los participantes del Curso de Finanzas Virtual 3° Edición

Ha finalizado con éxito mi Curso de Finanzas Virtual en su 3° Edición, impartido con el apoyo de Oikos Consultores y Organización Inteligente. Los participantes han provenido de media docena de países (Reino Unido, México, Costa Rica, Colombia, Chile y Venezuela). Un detalle digno de resaltar es que dos terceras partes de los participantes del curso fueron mujeres. Ha sido provechoso compartir con este grupo a lo largo de un poco más de cuatro semanas, donde hubo motivación y compromiso.

Durante las semanas que duró el curso escribí un cuento que indirectamente alude a los problemas originados por el analfabetismo financiero, es decir, la falta de conocimientos elementales en materia de manejo del dinero y de las finanzas por parte de las personas [1]. Las investigaciones al respecto señalan que es un problema muy extendido, afectando sobre todo a la población de los países en desarrollo. También es un problema incluso en algunas naciones desarrolladas, donde al menos una parte de la población carece de conocimientos básicos para tomar decisiones apropiadas en cuanto a la administración de su dinero, sus ahorros o realizar pequeñas inversiones [2]. Como la desigualdad de género afecta relativamente más a las mujeres que a los hombres en cuanto al acceso a la educación, se puede inferir que de igual forma las afecta más la falta de educación financiera.

En las naciones en desarrollo la desigualdad de género en cuanto a falta de educación financiera y desventajas para acceder a créditos por parte de las mujeres, especialmente entre los estratos de bajos ingresos, no es el resultado de una mayor capacidad de los hombres para estas actividades como puede ser la administración de un préstamo. Esto no es así y lo ha dejado en evidencia la experiencia con los microcréditos, iniciados por el Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus en 1976 en su país natal Bangladesh. En efecto, cerca del 95% de los microcréditos del Grameen Bank, el “Banco del Pueblo”, fundado por Yunus en 1983, son otorgados a mujeres y tan bien administrados que la tasa de morosidad es de las más bajas del sistema financiero. El fenómeno se repite en naciones que han apuntalado el sector de las microfinanzas y donde muchas mujeres administran y utilizan productivamente los préstamos otorgados de manera eficiente.

En los países desarrollados la desigualdad de género en las actividades financieras es menos marcada pero existe. Unos datos que corroboran dicha desigualdad, al menos para los Estados Unidos, los proporciona un artículo de la página web The Economic Historian llamado Women and Wall Street: from Victoria Woodhull to “Fearless Girl” [3]. Victoria Woodhull fue una mujer que en la década de 1870 se convirtió en una exitosa corredora de bolsa, mientras que Fearless Girl es una escultura publicitaria de una de las mayores empresas de gestión de activos, colocada desde 2017 en varios sitios de Wall Street, cuyo propósito fue promocionar un fondo bursátil con preferencia por compañías que demuestran tener una mayor igualdad de género en términos laborales y profesionales. El artículo se pasea precisamente por la brecha existente a lo largo de buena parte del siglo XX entre mujeres y hombres laborando en actividades del sector financiero. Subraya a grandes rasgos que aunque las mujeres  como inversionistas representaban hacia 1950 el 50% del total de las inversiones en Estados Unidos, su participación relativa como trabajadoras en las actividades del sector financiero era mínima. Esta situación comenzó a cambiar desde finales de la década de los sesenta y para 2011 las mujeres ya representaban el 55,4% del empleo en los servicios financieros. No obstante, esta cifra contrasta con su escasa representatividad en los cargos ejecutivos del sector, de solo 16,6%, para la misma fecha.

Los microcréditos, Victoria Woodhull  y el simbolismo que encierra “La niña sin miedo”, tienen como factor común la comprobación de que las mujeres están igual o más capacitadas que los hombres para, educación financiera por delante, gestionar con solvencia sus finanzas personales, las finanzas empresariales y trabajar y dirigir en el sector de la gestión de inversiones y de activos.

Lo expuesto indica que empoderar a las mujeres mediante educación financiera, en lo posible desde temprana edad, y fomentar su inclusión financiera, tiene efectos favorables en la reducción de la desigualdad de género. Falta mucho por hacer en esta materia, pero los signos de los tiempos apuntan a cambios favorables en este sentido. Las dos anteriores ediciones y este Curso de Finanzas Virtual en su 3° Edición me han señalado claramente que las mujeres tienen una alta motivación y un alto nivel de compromiso para aprender y empoderarse en los temas financieros. Lo hacen muy bien y destaco y celebro ese hecho.               

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[1] El cuento se llama Veneno y se publicará en este junio 2021 en la estupenda revista literaria española Oceanum.

[2] Al respecto escribí una entrada en este blog: CONCURSANTE Y EL ANALFABETISMO FINANCIERO, publicada el 08 de noviembre de 2017: https://covarrubias.eumed.net/concursante-analfabetismo-financiero-y-la-deuda-publica-externa-venezolana-parte-i/

[3] El link para leer el artículo es: https://economic-historian.com/2021/05/women-and-wall-street/

 

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