MUJER BONITA ENSEÑA ECONOMÍA (y III)

La última entrega de esta entrada es una lección de economía basada en la decisión de Vivian de dar un giro a su vida; dejará la prostitución y tomará la opción de educarse, decisión que toma incluso cuando aún no sabe que Edward, para el “final feliz”, irá a buscarla y le propondrá matrimonio. En términos económicos, Vivian hace una “elección intertemporal”. Una elección intertemporal es una decisión entre dos opciones temporales: hoy o mañana, el presente o el futuro.

Podemos analizar de forma simplificada las características de una elección intertemporal haciendo una serie de supuestos y proposiciones acerca de cómo puede gastar un individuo un determinado ingreso. El primer supuesto describe a un individuo con un horizonte temporal de dos periodos, dos años de vida (sí, este el tipo de supuestos por los que a los economistas no nos toman en serio). El segundo supuesto es que en cada año recibirá un ingreso idéntico, digamos 10.000 dólares anuales. El tercer supuesto se refiere a que el individuo nace sin riqueza, solo cuenta con su ingreso, y al final de su vida no deja riqueza. Dentro del marco de estas proposiciones, el individuo tiene la posibilidad de decidir entre varias alternativas.

Una decisión podría fundamentarse en gastar su ingreso de 10.000 dólares en cada año correspondiente. Una segunda posibilidad es que el individuo piense que estaría mejor gastando más en el último año de vida, de manera que ahorra (no gasta) una parte de su ingreso del primer periodo con la intención de consumir más en el segundo periodo. En una economía sin sistema financiero, consumirá tanto más en el segundo año cuanto ingreso haya ahorrado en el primero. Si ahorró 1.000 dólares en el primer periodo, su gasto es de 9.000 dólares ese año y será de 11.000 dólares en el segundo año. Pero si existe sistema financiero, por el ingreso ahorrado obtendrá un rendimiento. Este rendimiento o retorno es el resultado de aplicar una tasa de interés. Si ahorró 1.000 dólares y la tasa de interés anual es 10%, tendrá 100 dólares adicionales para gastar y consumirá 11.100 dólares en total en el segundo periodo.

Para analizar una tercera elección, consideremos que estamos ante un individuo cuya frase favorita es “vive la vida loca”. En este caso, decide que él estaría mejor gastando más de 10.000 dólares en el presente que en el futuro, digamos, 1.000 dólares más. Sobre la base de que en el segundo año recibirá 10.000 dólares (el colateral), pide un préstamo a un banco por 1.000 dólares. El banco le concede el préstamo a una tasa de interés de 12% anual, lo cual le permite consumir 11.000 dólares en el  primer periodo (presente) y 8.880 dólares en el segundo periodo (futuro). El “costo de capital” de gastar 1.000 dólares adicionales en el presente es de 120 dólares, los cuales no tendrá para gastar en el futuro.*

La tasa de interés es el precio del dinero a considerar para las elecciones intertemporales de consumir, ahorrar e invertir. Una tasa pasiva de interés que aumenta es un incentivo para ahorrar más dinero, mientras que una tasa activa de interés que disminuye es un incentivo para obtener más dinero en préstamo, sea para consumir o para invertir. Por ello, los economistas señalan que “la gente responde a los incentivos” y muchas veces eligen teniendo “preferencias intertemporales por el futuro”, es decir, valoran más la situación o posición en activos en la que estarán en el futuro versus la situación o posición en activos en la que están en el presente.

Responder a los incentivos, y tener preferencias intertemporales por el futuro, lo parecen entender mejor algunos niños que los presidentes y ministros de finanzas de algunos gobiernos. Al respecto,  Daniel Goleman en su libro La inteligencia emocional (1997, Editorial Vergara) relata un experimento al que fueron sometidos un grupo de niños de cuatro años de edad. Consistió en tenerlos en un salón de clases y decirles que ellos (los experimentadores) se ausentarían por un tiempo (unos 20 minutos), dejando sobre la mesa una golosina para cada niño, la cual podían tomar cuando quisieran. A su regreso al salón, el niño que hubiera conservado su golosina tendría de premio una adicional. Los niños utilizaron varias estrategias de juego y de distracción para evitar comerse la golosina de una vez y esperar por el premio. Efectivamente, algunos niños tuvieron éxito en su estrategia y al conservar la golosina que les correspondía obtuvieron otra adicional.

Por supuesto, existen teorías más elaboradas y alambicados modelos matemáticos que le dan mayor soporte a lo dicho hasta aquí de manera sencilla. Uno de estas teorías, referida a la función intertemporal del consumo, fue elaborada en 1957 por el Nobel de Economía Milton Friedman: la teoría del ingreso permanente. En la misma se enfatiza que el consumo no es tanto una función del ingreso corriente (presente) sino un promedio entre el ingreso presente y el ingreso futuro. En estos términos, el individuo adapta su consumo al ingreso “esperado”, que puede ser un ingreso permanente o un ingreso transitorio, y lo ajusta en función de los cambios en este ingreso. Si un individuo percibe que recibirá un mayor ingreso de forma permanente, adoptará un nuevo nivel de consumo, acorde con esta situación. Si sufre una caída de su ingreso, que asume como transitoria, no ajustará su nivel de consumo, sino que buscará financiarlo para mantenerlo de acuerdo a su ingreso permanente. Si la caída del ingreso es permanente deberá ajustar a la baja su nivel de consumo para responder a esta situación.

Volviendo a la decisión de Vivian de obtener una educación, esta es, claramente, una del tipo en la que se adopta una preferencia intertemporal por el futuro. La decisión de invertir en su educación supone sopesar los costos y beneficios de la misma. Vivian intuye que le irá mejor en el mercado laboral teniendo una calificación profesional, que ofertando sus horas de trabajo teniendo muy poca calificación. Una gran cantidad de investigaciones corroboran la intuición de Vivian. En muchos países la inversión en capital humano, mediante la que se adquiere un grado de educación universitario, tiene una tasa de retorno privado relativamente alta, aunque con significativas diferencias cuando se comparan los países ricos con los de mediano ingreso y las naciones pobres, cuando se comparan las diferentes profesiones, o cuando se evalúa la tasa de rendimiento que obtienen los hombres con un título universitario con respecto a la que logran las mujeres con la misma calificación.

Para analizar la decisión de Vivian de volver a estudiar, hay que considerar el “costo de oportunidad” que implica para ella dejar su “empleo”. El costo de oportunidad es, dentro de un conjunto de opciones, la segunda mejor opción que se tiene y a la cual se renuncia al elegir la que se considera mejor. Aunque Vivian ha decidido salirse de la prostitución por otras razones, se puede especular si dejar de prestar sus servicios sexuales tiene un bajo o un alto costo de oportunidad para ella. Tengamos en cuenta que Vivian se presenta en la película como una “callejera”, no es una escort o prostituta de lujo. Steven Levitt y Stephen Dubner en su libro Super Freakonomics (2009, Editorial Debate) dan unas pistas al respecto. Al estudiar el promedio semanal de ingresos que recibieron las prostitutas de la calle de varias zonas de la ciudad de Chicago, concluyeron que sus ingresos eran relativamente bajos, considerando las horas de trabajo que emplean. Por el contrario, analizando el caso de una escort, la situación cambió completamente, pues aún teniendo la chica en cuestión estudios universitarios, no le compensaba, en términos económicos, dejar la prostitución de lujo para tener un trabajo remunerado de acuerdo a su calificación. Se puede suponer entonces que el costo de oportunidad de dejar de prestar servicios sexuales frente a la decisión de estudiar es relativamente bajo para Vivian.

Es probable que Vivian pueda tomar un trabajo “decente” a medio tiempo para cubrir sus gastos de educación, pero una alternativa, no excluyente, es que tome un préstamo para financiar sus estudios. Obtener una educación es una inversión que tendrá un valor presente neto y una tasa de rendimiento, lo cual le permitirá decidir en el presente sobre una inversión que rendirá beneficios en el futuro. Se calcula utilizando una tasa de descuento, en un horizonte de tiempo limitado, para los flujos de ingresos netos esperados, relativos a la remuneración que obtendrá de su trabajo como profesional universitaria. La tasa de descuento a utilizar es el costo de capital. Como en cualquier inversión de capital, para que a Vivian le resulte rentable financiar su educación, la tasa de rendimiento de esta inversión debe ser superior al costo de capital.

Como la película tiene un final feliz, es probable que sea Edward quien le haga los cálculos respectivos a Vivian. En realidad, es más probable que Edward no tenga ningún problema en financiar de su bolsillo los estudios de su mujer. La película trata sobre una prestadora de servicios sexuales de la calle, que tiene el sueño ingenuo de conseguir un “príncipe azul”. Pero a mí me gusta pensar que el verdadero sueño de Vivian era tener una educación.


* Un banco es una institución intermediaria de dinero entre quien lo deposita y quien lo requiere en préstamo. El diferencial entre la tasa activa de interés, a la que un banco otorga un préstamo, y la tasa pasiva de interés, con la cual el banco remunera los depósitos, se llama spread financiero. La tasa activa es mayor que la pasiva para permitirle al banco cubrir sus costos y obtener algún beneficio de la intermediación. Dos supuestos adicionales implícitos en el razonamiento es que los periodos, aunque se mencionan como años, son enteros, no están divididos en meses. El otro supuesto es que la tasa de inflación es cero, de manera que el valor nominal y el valor real del dinero no se diferencian.

Inteligencia-emocional1    super freakonomics

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2 respuestas a MUJER BONITA ENSEÑA ECONOMÍA (y III)

  1. Rafael Torrealba dijo:

    Hola Isaias, la verdad es que Vivían tenía otra alternativa menás rentable, podía convertirse en escort de lujo, tenía las condiciones y de hecho algunos estudios podrían servirle, aún incompletos. Así que un plan de inversión oculto con doble propósito le daban cartas ganadoras. Ya sea con el millonario o sin el.

    • Isaías Covarrubias Marquina dijo:

      Es cierto Rafael, en una decisión de inversión se deben revisar todas las alternativas y ciertamente Vivian tenía con qué para la alternativa que tu visualizas, ya quisiera uno que decidiera estudiar matemáticas o ing. en informática en el DCyT…saludos.

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